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LOS DOCENTES PUEDEN EVITAR LA FALTA DE ATENCIÓN EN CLASE

Cada vez cuesta más captar la atención de los niños en clase. Muchos alumnos están físicamente presentes, pero mentalmente ausentes. Sin embargo, el papel de la atención en el aprendizaje es fundamental. Sin atención no se puede aprender, es como dicen algunos investigadores, la energía que inicia los procesos de aprendizaje. Pero, ¿hay alguien que pueda evitar que los niños se distraigan?

Los niños al igual que los adultos necesitan tener una motivación que les impulse a esforzarse. Está claro, que la tarea más complicada en gran parte la tienen los profesores aunque, muchos de ellos no tienen presente que son grandes responsables de la atención de los niños. Y si los profesores son quienes pueden evitar que el déficit de atención sea tan elevado, ¿qué está pasando?  ¿No realizan bien su tarea?

 Primeramente lo que está pasando es que hay profesores que están en clase como si no hubiera alumnos, profesores que no miran a los ojos, hablan en voz baja y tratan de explicar cuando nadie atiende. ¿Realmente no se dan cuenta que sin atención los niños no van a aprender y su clase resultará inútil? Los maestros deben interaccionar con los alumnos, hacer preguntas constantemente, pedir opiniones. No pueden ser sujetos pasivos sentados en su mesa porque de esta manera favorecerá el aburrimiento.

Otro problema con el que nos encontramos actualmente y que influye en la falta de atención de los niños, es que los profesores se han quedado atrás, con la tiza y la pizarra ante unos alumnos que se han criado en esta nueva era tecnológica. Es justamente por eso que es necesario reciclar a los profesores y darles herramientas nuevas para atraer a los estudiantes. 

Y finalmente, un último aspecto que quiero constatar, es que muchos profesores no se dan cuenta que los niños no van a permanecer atentos durante toda una hora. Hay que gestionar el tiempo de las clases y eso implica saber hacer pausas, “dar un respiro” y retornar en la concentración. Y es que la atención es un recurso cognitivo limitado y no se puede abusar de él.

En conclusión, muchos alumnos les resulta difícil prestar atención, pues están absorbidos por sus propios pensamientos. Para ello, los profesores son los que pueden remediar que esto no pase y deben de tener presente muchos aspectos ya que sin atención, no hay aprendizaje.